BLOG DE VIAJES DE PERRECHICO

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lunes, 4 de enero de 2010

Restaurante Jhambala, Madrid


Hace poco he estado cenando dos veces en el restaurante Jhambala de Madrid y no me resisto a comentaros un poquito cómo nos fue. Se trata de un sitio localizado en el barrio de Chueca. La verdad es que la zona no me gusta mucho, pero el restaurante vale la pena. El local está bien decorado, con luces que parten del techo y el suelo. Al igual que todo en este sitio, combina elementos orientales y occidentales. La atención del personal es correctísima y aconsejan muy bien en el caso de que se les planteen dudas sobre el menú. El primer día pedí unos rollitos de ave que incluían couscous y una salsa con curri riquísima. El segundo día empezamos por una ensalada con frutos secos, queso de cabra y salsa de mango. Como segundo plato yo pedí cordero. Lo pedí al punto y realmente estaba demasiado crudo. Aún y todo se podía comer y valió la pena. Mi mujer pidió solomillo con salsa de boletus y le encantó. Los postres son excelentes. Yo pedí una bomba de chocolate: "de muerte". Si vais en grupo os recomiendo pedir una selección de postres, para ver la variedad y calidad de los mismos.

Pero lo mejor del sitio es un reservado que se puede ver cuando se va a los baños. Se trata de tres "jaimas" con un colchón y almohadas, en plan "Las mil y una noches" a las que se puede pasar a tomar el postre y té, zumos, batidos, combinados, y, por qué no, una shisha o pipa de agua. Sitio ideal para llevar a la pareja a una cena romántica. Además, no me pareció caro para una experiencia así: 60 euros con postre, té y batido incluído. Salimos con buen sabor de boca.