La ciudad de Heidelberg cuenta con un gran castillo que la vigila desde las alturas y que fue la sede del Palatinado. Fue famoso, entre otras cosas, por haber contenido una biblioteca en la que aparecieron numerosas obras griegas y romanas desconocidas hasta el momento de su descubrimiento. En el siglo XIX sufrió una restauración que ha resultado paradigmática en la historia de esa disciplina. En pleno fervor del romanticismo, se quiso mantener ese ambiente decadente e idílico que evocaba tiempos pasados. El resultado no fue muy fiel a la historia, pero resulta curioso. Un ejemplo es este torreón al que se le ha desprendido parte de su muro. Lejos de reconstruirlo, se dejó el lienzo desprendido in situ como modelo para pintores. Todo muy "romántico". Por cierto, pasado mañana es San Valentín.
viernes, 12 de febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
Eguzkilore, la flor que espanta a las brujas
La eguzkilore es un tipo de flor que crece a ras de suelo en los campos del norte de Navarra. Su nombre significa "flor del sol" en vasco y tiene la propiedad de espantar a las brujas que tanto obsesionaron a estas tierras en épocas pasadas y también en otras más recientes. No es extraño que esto sea así, ya que las brujas representaban el mundo ctónico, de la noche. El sol, identificado con esta "flor", resultaba por tanto un elemento muy práctico para alejarlas. Esta tradición se ha mantenido hasta hoy en día y puede verse en muchas de las casas del Valle de Roncal. La de la foto es del verano de 2009, de la puerta de una casa del pueblo de Isaba.
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