Si alguna vez alguien os dice que tenéis el culo como una sandía de Palermo....., tenéis todo el derecho del mundo a enfadaros. Aquí no conocen el tamaño medio. Podrían calificarse de "monstrusas". Tienen forma más alargada que las españolas y todas las que probé estaban tan dulces y ricas que era más refrescante comprarse una sandía antes que una coca-cola. Como dije en la entrada anterior, los colores son más intensos en Sicilia. Y esto se nota en el verde de fuera con vetas blancas y el rojo de dentro con las pepitas negras. En estos puestos de fruta daba la impresión de que alguien había aplicado un filtro de Photoshop para aumentar la temperatura de los colores. Los puestos de sandías estaban por todas partes, en los mercados pero también en cualquier acera, carretera, camino, etc. Muchos de ellos tenían un pequeño altarcito como el de la segunda foto en el que aparecía Jesús, La Virgen, La Santuzza (Santa Rosalía) y cualquier antepasado, o familiar del comerciante. Son tradiciones preciosas que todavía se conservan y que espero que duren para siempre. Pero en algunos de estos altares también vi colocadas junto a las figuras religiosas, otras tipo "Picachu" o algún Madelman, que dan un toque de surrealismo y decadencia a la escena (¡cómo me pena no haber sacado foto!).
viernes, 10 de julio de 2009
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