Paseando por un supermercado mexicano sentí que alguien me observaba desde un stand de carne. Desde luego existía un contacto visual, pero había poca vida en el ojo que me miraba. En cada país existen platos diferentes y por eso el corte de la carne también es diferente. Ello provoca sorpresa en los viajeros, y escenas como las de la foto de cabezas de cordero cortadas en cuadrados, para algún rico guiso mexicano.
martes, 17 de noviembre de 2009
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